El pato egoísta
Había una vez un pato, en Chubut, que era inteligente, fuerte y de piernas largas.
Una vez decidió salir a caminar por el bosque y se encontró con una mara pelada pidiéndole un poco de sus plumas.
-No, pero te propongo algo –dijo el pato.
La mara tonta y sin pensar dijo:
Entonces, de repente el pato le arrancó la cola y se quedó con las dos cosas.
Al otro día, el pato pasó de nuevo por el bosque y vio a la mara acurrucada de frío.
-Pobrecita. Mejor comparto mis plumas.
Se acercó diciéndole:
-Compartiré mis plumas y te devolveré tu cola.
La mara contenta dijo:
-Muchas gracias.
Es leal y generoso compartir con amigos lo feo y lo hermoso.
Joaquín Vasquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario