miércoles, 5 de octubre de 2011

Historias piratas

En esta ocasión, la consigna era redactar con una secuencia de verbos conjugados:


El pirata Crunchy


Una vez el pirata Crunchy partió al Cairo.


Navegó días, semanas y meses.


Al llegar disfrutó de la hermosa playa, llena de olas espumosas que combinaban con las nubes. Avistó, apenas, a las hermosas ballenas con sus colas azules. No disparó. Las ballenas se asustarían, entonces no lo intentó.


Siguió caminando y vio a una hermosa sirena que lo hirió con su pelo de oro.


Ella estaba con sus amigas, sentada, peinándose, pero vino el pirata y destruyó su show de belleza.


El pirata se fue a otro lado.


Ella lo siguió porque le interesaba. La sirena, mala suerte, naufragó en el Pacífico. Trató de sobrevivir, nadó, nadó y murió.


El pirata encontró un hermoso barco. Subió y descansó… ¡Le encantó! Con SU barco recorrió todos los mares. Descubrió cosas maravillosas. Esperó mucho tiempo a alguien que lo ame. Escribió una carta y… la arrojó al mar.

Aintzane Zubimendi


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El pirata Ramón


El pirata Ramón partió en un barco.

Ese mismo día navegó en el mar argentino. Disfrutó las olas.

Luego avistó una isla. Disparó a un ave sin querer. La hirió mucho.


Destruyó un barco.


Siguió andando.


De repente, por una gran ola, naufragó. Nadó por todo el mar.


Más adelante encontró una isla. Descansó en la arena. Ni bien pasaron dos días recorrió toda la isla. Encontró una botella y un papel. Esperó un rato. Escribió una carta. La metió adentro de la botella. Y finalmente la arrojó al mar. ¿Quién la encontrará?

Agostina Sampaoli


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Las aventuras de Pepo


Hace mucho tiempo, de España, partió el pirata Pepo.


Navegó en los Siete Mares.


Más adelante disfrutó del Caribe.


Unos días más tarde avistó a su primo Pedro.


Ni bien pasaron unos días, hirió a un super pirata llamado Nacho.


Destruyó a un barco enemigo.


Siguió hasta España. Su barco se hundió y naufragó.


Llegó a una isla.


Luego nadó hasta otra isla y encontró la editorial Puerto de Palos.


Descansó y recorrió.


Encontró un tesoro y esperó el puesto de escritor.


Escribió chistes y los arrojó al mar en una botella.


Cuando se jubiló, olvidó su puesto de pirata.


Murió y lo velaron como gran escritor español.

Martín Escobar


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