jueves, 4 de noviembre de 2010

Un cuento imaginado por Mateo


Mi perro electrónico



Yo tengo una perra Labrador. Se llama Fiona. Le gusta mucho saltar, correr y jugar. Salí a pasear con ella y vi un cartel gigante en la pared de un edificio. Decía: “Se vende perro electrónico”.

Entré al local y me lo compré. Perdí toda mi mensualidad. Salió 10.000. Era negro. Tenía facha electrónica.

Se lo presenté a Fiona. Le encantó.

Llegamos a casa. Le conté a mi mamá. Me dijo:

-¿Quién lo paseará? ¿Quién le dará de comer?

-¡Es electrónico! ¡No necesita de esas cosas!

-¿ES ELECTRÓNICO?

-¡Sí, claro! Por eso salió diez mil pesos.

-¿SALIÓ DIEZ MIL?

Fiona y Shrek salieron a jugar. Yo también. Se me tiraban encima y me lamían. El lamido de Shrek eran chispitas.

Después jugamos con la pelota. Me resbalé, me golpeé la cabeza y me desmayé. Shrek me agarró con sus patas electrónicas y me llevó a la cama. Me lamió la cara y me desperté rodeado de chispitas.

¡Ahora tengo un nuevo amigo!



Mateo Buzzi

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